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"El que juega al tenis se arriesga a un pelotazo. El que corre en moto, a una caída".

Así de sencillo. Así de traicionero. Las palabras corresponden a Héctor Barberá, que ha estado a punto de causar baja para la cita del GP de España por una caída mientras se entrenaba haciendo trial. Sucedió el pasado domingo, en los alrededores de Valencia, y al del Avintia Blusens se le ha quedado la cara como un cromo.

"Se salió el puño izquierdo del manillar mientras iba con la rueda de delantera levantada, golpeé con la cara en el manillar y me caí de boca al suelo", cuenta un Barby con el rostro plagado de marcas y costras. "Para hacer trial se va con casco 'jet', con la cara al descubierto, y me he quedado hecho un cromito, pero tenía que estar aquí en Jerez. Utilizo una crema regeneradora y salgo a la pista con gasas que tapan las heridas, pero se van cayendo a consecuencia de la velocidad", relata nada más bajarse de su CRT, ligeramente dolorido e incluso mareado, y añade: "Lo malo de que se caigan las costras es que me pueden quedar señales en la cara, pero no me podía perder Jerez".